El mes de junio, mes del medio ambiente, es un buen momento para poner en práctica todo lo que saben de las famosas tres R: reducir, reutilizar y reciclar. Porque no todo se termina en el reciclaje de envases sino que comienza por un consumo sostenible, en el que tengamos lo que realmente vamos a utilizar y en el que seamos capaces de conservar y arreglar lo que tenemos, para no tener que consumir de más.

Promover una educación que no fomente el consumismo por sí mismo es lo ideal: las cosas se tienen porque se necesitan y pueden tener una larga vida. Cuando ésta se termine, podemos reciclarlos y quizás incluso esas cosas -o sus partes- puedan seguir teniendo uso y volver a nosotros recicladas en ese circuito que llamamos “economía circular”. Tener por tener no tiene sentido y estropea el planeta. Nuestros “caprichos” podrían centrarse en experiencias, en deseos no materialistas…

Os recomendamos este vídeo para insistir en esas tres R que harán que contaminemos menos y se reduzca nuestra huella sobre el cambio climático.